Ésta noche tengo insomnio, y no es extraño.
No dejo de pensar, pero batallo para expresar.
Muchas veces callo, por miedo a hablar,
y otras veces creo que hablo de más.
Que ironía.
Escribir es mi única salvación,
es la manera más agradable para expresar todo lo que quiera,
sin ser molestada, sin tener que ser escuchada,
gritando sin utilizar siquiera la voz,
diciendo todo, sin hablar.
Es tarde y mi dolor de cabeza aumenta.
Me siento un poco rara por que es la última noche que conservo mi computadora,
ahora mismo tendré que apagarla, desconectarla y empacarla.
Pero está bien, las cosas vienen y van, es lo de menos.
Ésta noche, no es una noche normal,
pues ésta noche quiero soñar con la realidad.
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